miércoles, 19 de febrero de 2020

Tiempos pasados o realidad presente...


Tal vez fue un escrito a destiempo, pero parece que hoy es el tiempo propicio para recordar la visión de años pasados, se que tomó tiempo para que se convirtiera en una realidad, pero nunca es tarde cuando la esperanza vive en el corazón...

DESGARRADO
¡Hoy, se me desgarra el corazón!
¡Hoy, se me abre un hueco tan profundo que pareciera no tener fin!
¡Hoy, se me desgarra la ilusión!
¡Ay de mi Patria querida!
¡Cuánta desazón!
Yo que nací en las fauces del Sátrapa, fruto de una generación formada en medio de la polaridad ideológica más importante de la historia de la humanidad, teniendo como cuna la mochila del guerrillero, teniendo como sábana su chamarra, también como alimento su música y esperanza, y como aliento su convicción idealizada.
Hoy se me desgarra el alma por todo el trabajo echado a perder, que revolcó como manga de agua las vidas de los hombres y mujeres más valerosas y arrojadas, en un sacrificio casi olvidado.
La esperanza que fue pasado y futuro, hoy es lo que tenemos, ¡Dios! ¿Qué le hemos hecho a nuestra Patria amada? Perdónanos Patria porque éramos los supuestos sanadores de tus pústulas infestadas, agentes de la ventura que con nuestros conocimientos intelectuales prometíamos sanar tus heridas con la vergüenza como remedio. Pero hoy somos viejos incapaces y malolientes, no por los excrementos vertidos en nuestros pantalones sino por los alojados en nuestros cerebros, junto al putrefacto aliento de las carroñas engullidas.
¡Sí! Hoy me duele, mi Patria porque de ser mi novia, mi confidente, mi compañera de vida, te he convertido en mi prostituta, la que visto con mis mejores trajes de opulencia con adornos de corrupción, te calzo con la mejor impudicia, y flamantes interiores de concupiscencia desbordada.
¡Ay mi Patria querida! ¿Qué he hecho de ti?, la incompetencia y vulgaridad son mis mejores regalos y de oropeles te engalano, campeando la ignominia por la Mancha de un Quijote lastimado, mancha que al parecer será siempre la misma tal como pecado original manifestada. La mancha de ser una gran taberna, donde los filibusteros y bucaneros reposan al regreso de sus desmanes, haciendo historias y contando cuentos de sus barbaries y magnánimos desafueros, pero eso sí, siempre entre tragos y mujerzuelas, riendo todos a carcajadas, pero por supuesto con los mejores estofados, como lo hacen las hienas oportunistas ¡y lo peor de todo! a costillas del ‘pueblo’ que se las paga, y este ‘pueblo’ donde algunos se asquean, y muchos otro solo velan por las ventanas del siniestro establecimiento, que más que un café es una gran cueva de ratas, lo hacen esperando como perros hambrientos a que se les lancen los huesos sobrados; y esto no queda ahí, están siempre al acecho esperando que se arme el despelote, para recoger las sobras y embriagarse del perfume pestilente, esperando pronto, la próxima parranda.
Si es que lo entienden todos los cojuelos, a los hombres que se dice del blanco, que siempre meten la pata, a los que se dice ser del rojo, a quienes les conocemos sus secretos de maquillaje, que es solo barro para protegerse de los inmundos insectos que sus podridos pantanos procrean, y a los  de los espectros del lago, cobijados de moradas lilas florecidas con adornos de estrellas, alusivas a las fracasadas boinas barbudas, todos confabulados en las sombras de intelectuales experto en el arte del forense y el descaro.
¡Por favor mi gente! no se dejen deslumbrar por las luces del ¨Broduey¨ y del ¨Nuevayoll¨ despiadados, es solo el ojo de la bestia disfrazada, mejor enfoquen sus rosas de los vientos al norte aislado, donde Montecristi dio luz a hombres cortos pero con braguetas largas, capaces de cargarse cinco estrellas a punta de machete y no de espadas lustradas. Pero ¡atención! el Máximo, honor no fue el de sus sangrientas batallas, sino el de no haber cobrado peaje o compensaciones adelantadas. Ese honor Máximo, que con vergüenza y pena lo lleva, el vecino liberado, marcando en reloj viejo reconstruido, de pasado, dejando la memoria máxima en su pueblo banilejo, y enterrado en el hastío.
¡Ahora entiendan esto de manera clara y para siempre!  No necesitamos la sangre de los hijos de esta tierra para exorcizar los truculentos males, ya que las muestras demuestran que cuando abonamos a la madre con los fluidos corporales solo se revuelcan las tumbas de los infiernos ancestrales pariendo de sus entrañas los engendros conocidos.
Solo es un mensaje para el viajero del futuro de las galaxias pasajeras, para que él pueda asimilar el reto; no permita que colinden jamás, la Máximo Gómez con la Ovando, y al igual que no la intercepte con a la Kennedy y George Washington, más elegante sería, Máximo Gómez con Luperón, cortando con Duarte en la cercanía, y ampliando la 27, hasta hacer desaparecer La Churchill de su cercanía. Y recuerden que no tenemos nada en contra de los nombres extranjeros, solo que cada uno se coloca y usa en el lugar correcto, pero jamás aduciendo a la “lambonería”…
No se sorprendan del todo, este tipo de náusea social se ha repetido en la historia como carrusel de caballitos, y eso solo pasa en los pueblos ricos y violentos, donde suman la inconsciencia de lo opulento, pero deben saber que los seres conscientes de la barbarie y por cierto los más productivos de la comarca, una vez se convirtieron en…
Monjes mendicantes sometidos a los votos de mayor pobreza, pero arropados por los principios de una moral atesorada en el hogar comunero, con una mística espiritual a prueba de hogueras. De esta manera lograron cortar el suministro de alimento al monstruo de mil cabezas, le cortaron el aliento hasta la caída de la existencia de la bestia nefasta. También recuerden siempre que ésta bestia alienígena retornó de la tumba, porque fue alimentada con la gran manzana.

viernes, 23 de agosto de 2019

Fredy Nadal Castellanos: Hoy no puedo guardar más silencio y retiro…

Fredy Nadal Castellanos: Hoy no puedo guardar más silencio y retiro…: Muchos se preguntaran del por qué no he escrito por este medio por tanto tiempo…y la respuesta a esa pregunta es: “ un profundo dolor...

Hoy no puedo guardar más silencio y retiro…




Muchos se preguntaran del por qué no he escrito por este medio por tanto tiempo…y la respuesta a esa pregunta es: “un profundo dolor humano” si es que cabe el término humano…
No es que se me agotaron los temas, ni mucho menos las fuerzas, pero el dolor en el centro del pecho es tal, que pareciera un ataque cardíaco presagiado…
Cuando observamos la realidad que hoy vive la humanidad, al borde de un abismo sin fin, pareciera una pérdida de la esperanza, de todos aquellos que su esperanza pareciera ser infinita, certera y eterna.
La humanidad en su lento proceso, no parece poder salir de la esclavitud, de su ignorancia y de su minusvalía. Subyugada por el poder de lo efímero y de la estupidez, sumando además la sordidez… una realidad que parece ser eterna, al igual que su cobardía colectiva.  Que de ser seres libres por mandato divino, y en búsqueda de la eternidad, están como por arte de magia negra, subyugados a la esclavitud de lo innombrable y lo inconcebible.
Pareciera ser un estadio, del que no se puede salir de él, como si de una depresión colectiva se tratara, como si estuviéramos succionados por un túnel negro, uno de aquellos sin luz al final del mismo. Y cómo justificar ese planteamiento, luego que pasamos por el siglo de las luces… Cuando pensamos que la ciencia era el salvador de la humanidad y que las discusiones filosóficas e ideológicas nos llevarían  a plantearnos nuestra propia existencia en una dimensión totalmente diferente a lo que hoy exhibimos como sociedad. Y para que luego de tantos esfuerzos y sacrificios, nos viéramos ceñidos a un sumidero, girando en torno a un gran hoyo negro descomunal y sobre todo despiadado…
Hoy nos lucimos frente a una  sociedad globalizada, y en un gran sinsentido, viendo como nuestro único habitad lo quemamos, con la alegría en los rostros de los estúpidos sin fronteras, donde todos sabemos – o por lo menos eso presuponemos- que nos encaminamos a un desenlace sin retorno. Pero no parece haber fuerza humana capaz de transformar aquello que nos consume, en una fuerza contraria y equivalente, como las leyes que la materia manifiesta... Ya las leyes de la naturaleza se ven superadas por la inopia. Somos como seres endrogados, alucinando sin fin, en el final del proyecto divino, y manifiestas a viva voz, las plenas carcajadas de los míseros energúmenos.
Vemos como la humanidad elige y sigue a los líderes más descabellados e insensatos, seres endemoniados que les importa un comino quemar el pulmón del planeta, y que retuercen la realidad sin argumentos más que, la fanfarronería del dinero, y la imagen del poder, sin más argumentos que el poder del extermino, junto a su desazón y su mediocridad existencial. Seres que solo aman a su propio ego mal oliente y vejado, donde el amor no ha podido calar en su mediocre cuerpo insensible y desabrido. Príncipes de la ignominia, los que ya los parámetros de las letras no encuentran posibilidad de descripción o definición alguna…
Hemos llegado a lo insulso, a una inconsistencia, que ni siquiera los animales más primarios lo pueden sustentar. Hoy he visto a un perro reprimir a sus cachorros por intentar matar a un ave silvestre que se posó en su patio, y me llamó la atención que pudiera tener conciencia de superar su instinto natural, ¡un perro que tiene más sentido común que los humanos promedios!, esto sí que no me lo puedo explicar…
Hemos perdido toda capacidad de ser seres superiores en mente y espíritu, los perros nos superan y todos los animales inferiores están atónitos frente a nuestras acciones desmedidas y descabelladas, hemos llegado al fondo… hemos perdido todo el sentido que pudiéramos desplegar como “reyes de las especies”… Argumentos frente a esta postura encontraremos miles, sensatez ante los postulados… exiguos.
La razón Socrática ya no llena ni una botella de medio litro de agua embotellada por los magos del dinero… Mucho menos un cerebro embotado… la laxidad parece ser un laxante, que cuando descarga las tripas, deja al cuerpo deshidratado sin las fuerzas capaces de sustentarse en dos patas, dejándolo postrado en cuatro, para que cualquiera se hagan cargo de su vergüenza proscrita.
El humano dejó las cuatro patas para tratar de conectar su cerebro a la divinidad, pero parece ser que derribado por la estupidez y la cobardía sin límites, no le queda ninguna otra cosa que ser un minusválido del universo…
Los escritos sagrados nos presagiaron que la próxima extinción no sería por agua, sino por fuego…
COÑO SE QUEMAN LAS RESERVAS DEL AMAZONAS…  Y EL BOLSÓN DE ARO MIRA HACIA EL OTRO LADO…y  LA TROMPETA  TOCA LA LIRA COMO EL ROMANO…

lunes, 14 de mayo de 2018

Hoy a media noche


Hoy de repente, a media noche, mi instinto de supervivencia me hace despertar, y no sé si realmente estoy en otra realidad, o es en la que me debato día a día… es difícil discriminar, pues penetrar en la profundidad de la existencia misma, requiere de un sacrificio, el de dejarse tocar por el sentimiento que se ahoga en el pecho, que a veces duele y duele mucho, más cuando se conserva la dignidad.
Y en ese debate de saber o no saber, una voz de lejos me dice, ¡mira, mira…! Y luego repite ¡escucha, escucha…! No sé si es una manipulación o un condicionamiento de los tantos que se nos imponen y estamos casi acostumbrados por el tedio, pero así poso mi vista hacia un bosque oscuro y enmarañado, en el que apenas logro vislumbran unos luceros con brillo particularmente conocido, con caracteres a los que una vez me vi enfrentado anteriormente, cuando de repente aflora del pantano putrefacto y mal oliente, la criatura señalada…
Pronto aparece una mano grotesca, gigante, pero no una mano cualquiera, ésta era peluda, con falanges algo más extensas de lo normal, parecía que en su tiempo de juventud, el alimento había escaseado, pues era algo huesuda, pero igual era vigorosa. No parecía ser de un animal muy viejo, tampoco correspondía con esos arquetipos del monstro del lago, o de los lobos de antaño, tampoco pertenecía a criatura que ya conocemos, como los cocodrilos ancestrales, o de los osos pardos que aterrorizan la comarca, no era del Vaca de las historietas caribeñas, parecía algo más humano, algún tipo de engendro de esos creados por el hombre mismo, tal como un Chupa cabras, pero más grande y desafiante.
Éste al percatarse de mis observaciones, se despliega y muestra sus caracteres en todo su esplendor nocturno. Aquellas manos con garfios bien estilizados y con esmero cuidados. Logré distinguir sus cualidades, pues son el resultado de los pulimentos especiales que dan tan lustrosa terminación. Los conocedores de estos lustres los reconocen con facilidad, pues son los mismos usados en la antigüedad nefasta, el lustre de la historia manipulada a su antojo, la corrupción que desbasta con precisión para dar el filo característico perfecto, para atravesar el corazón de sus presas desvalidas, lustres que con la componenda le da consistencia y constancia en perfecto contraste, que reforzado por la inmoralidad que le endurece sus puntas, para que no sean quebradizas, además, se unen con la codicia y la opulencia que ofrece una resistencia sin igual. Artilugios que junto al descaro, se esconde como meñique, acompañando a sus hermanos mayores, todos finalmente reunidos, pintados a la perfección con el intelecto, la experiencia y la impudicia del poder, fríamente trabajados.
Conozco muy bien estos esmeriles y lustres, pero me asombra en un animal tan joven, disfrute de tales adminículos, no logro concatenar los hechos…, pero la Luna sale de sus sombras encapotadas de nubarrones y me muestra que no es en una sola pata que despliega dichos artificios, es todo un espécimen terminado y lustrado, multicolor como gato barcino. Y la bestia expuesta no parece sentirse molesta por encontrarse expuesta, no se intimida con mi mirada, camina como si yo no existiera, algunos de los pobladores les escucho gritar a lo lejos, tiran sus arpones y flechas, piedras y hasta fuego griego arrojan, pero esto no inmuta en lo absoluto a la criatura, que más que criatura es, un engendro. Sigue incólume en su tránsito, devorando las mejores frutas del prado, destruyendo a su paso y con su enorme cola, los sembradíos que tomaron años preparar su terreno y seleccionar las plantas correctas, para que todo fuera una realidad de alimento de la esperanza.
Como si de arte de magia satánico se tratara, la Luna se torna sangrienta, y la bestia frente a tal conjuro se transforma en humano o por lo menos se le parece, un pelo muy bien cotejado, impecablemente vestido al clásico estiro europeo, zapatos brillosos como charol, pero sus colores proyectados son similares a los que expedían sus pertrechos, y con su mirada calma, por la seguridad que da la impunidad, esboza una gran sonrisa, levanta su manos solicitando calma a la multitud, y decía: ¡Tranquilos conciudadanos, todo es cuestión, de percepción, no desesperéis, mi palabra está comprometida…! Educación tendrán, de la mejor -para ustedes, por supuesto-, para que sean buenos, -esclavos, como siempre- aprenderán a firmar y leer, lo necesario, ¿pero las letras chicas…? Reclama el público,  ¡no se preocupen, es nuestra responsabilidad defenderlos! puesto que espejuelos para todos los minusválidos cerebrales no tenemos, pero los guiaremos por el camino correcto.
Parece que no hemos podido superar nuestra tendencia genética, creando los engendros, que como Cronos cualquiera, devora a sus propias criaturas. Aptos siempre para ser inocentes, que permiten repartir equitativamente las riquezas producidas por los pendejos, para que el que parte y reparte, siempre toque la mayor parte… No se puede permitir que mueran de hambre, será suficiente que vivan o mejor sobrevivan en los cinturones de miseria, donde les garantizamos la existencia con el maná que siempre cae del cielo, de la boca del mismo Cronos.
¡Pierdan cuidado!, nosotros tenemos todas las respuestas, y si no son comprendidas con claridad, tenemos los tubos mortíferos y los que se encargan de hacerlos comprender con lucidez, quien es el que manda, y quien es el esclavo del sistema eterno.
Así, cuando la Luna se cubrió, vuelve a ocultarse, y sale de nuevo la realidad escondida tras los hechizos, y veo como el engendro clava sus garras en el globo, le presiona de tal modo que comienza a supurar fluidos y aparecen los gritos de nuevo, pero esta vez no del azuzar, es de dolor subterráneo, como si el alma fuera desgarrada de un solo tajo, pero los gritos no evita la conducta prensil, parece que conoce perfectamente cuanta fuerza aplicar para no aplastar el globo, y que mueran los contenidos.
Una de las garras parece ser hueca, y por ella circula un líquido como si fuera succionado del globo, el líquido es brillante resplandeciente, y se va distribuyendo por sus diferentes partes orgánicas, como si alimentara a alguien o algo. De un momento a otro el engendro babea, y sus ojos se brotan, se sacude con violencia, como intentando quitarse de encima hormigas de fuego, pero su caparazón es fuerte, adecuado a los cambios repentinos, y simplemente se metió al pantano y se liberó de las molestias.
Bueno, vuelvo a poner mi cabeza en la almohada, y como si de una pesadilla se tratara se desvaneció el escenario, solo me quedó la sensación de pena y desamparo, no sé si sentir expiación, vergüenza ajena, desazón, o sentirme cabra montaraz, las que no se acercan a los pantanos y las praderas, puesto que sus pesuñas y patas están hechas para asirse a las rocas de las altas montañas, escabrosas y empinadas, frías y desoladas, donde solo se comen arbustos y pequeñas ramas. Allí al engendro no le interesa exponerse, solo espera a ver si alguna se descalabra, para que forme parte de su festín…y para alimentar a sus acompañantes serpientinos y escorpionados, que le defienden de su enemigos, a cambio de algunas migajas...
Reconozco el gozo interno de las cabras montaraces, su libertad y determinación, saben que cada vez más sus terrenos están siendo diezmados, la contaminación daña sus habitas, corrompe sus ríos, su aire se hace pesado y denso, la lluvia se hace ácida, y el clima se hace cada vez más severo. El pantano cada vez se hace más grande, se percibe su putrefacción en todos los confines, sabemos que la muerte es ineludible, pero no somos llamados a promoverla, a veces creemos que al desnudar la realidad será suficiente para confinar al engendro en su cueva, pero cada vez que explicamos cómo se comporta, esta corrige sus defectos y encuentra nuevos pulimentos y lustres para sus garras… Es posible que el silencio sea el terror del engendro, pues jamás podría describir sus acciones y termine atrapado en sus propias nasas… ¿Acaso la humanidad después de engendrar sus propio Chupa cabras se podrá deshacer de él?    

miércoles, 15 de noviembre de 2017

¿Qué dice un sabio…?


Osho, pensador y maestro místico del siglo pasado, en un momento dijo: El poder sobre los demás es político y las personas interesadas en el poder sobre los demás son personas que tienen un profundo complejo de inferioridad… Siempre están comparándose con los demás y sintiéndose inferiores.
Quieren demostrar al mundo y a sí mismos que no es así y que son superiores. Todos los políticos padecen del complejo de inferioridad, por tanto necesitan de tratamiento psicológico. Son personas enfermas, y por culpa de estos enfermos, el mundo entero ha sufrido enormemente, más de cinco mil grandes guerras y contando…
No hay límites para quien persigue el poder sobre los demás, pues siempre hay gente que está fuera del alcance del poder y eso hace que se sientan aún más inferiores.
El poder personal pertenece al místico, que ha visto como se abre la flor de la conciencia y con ella expandir su fragancia, su amor, su compasión por todas partes. Es el poder sutil y no hay nada que pueda impedirlo…
Osho fue declarado por muchos medios y prominentes miembros de la sociedad occidental y oriental, como uno de los hombres más peligrosos del siglo XX, ¡y con razón!, pues desenmascaró a todos los líderes políticos, religiosos, financieros y militares, no solo su tiempo, si no de la historia de la humanidad. Les abrió los ojos a miles de personas, para ver y sentir la realidad de una manipulación enfermiza, desgarradora y maquiavélica, de estos sistemas podridos, que intentan a toda costa perpetuarse, haciendo vivir a la población en un mundo lleno de: miedo, terror, falsa seguridad, miseria y doble racero.
La realidad del mundo es que mientras los políticos se pelean… los pueblos se acotejan… y se siguen perpetrando todas estas mentiras, siguen los políticos, sirviéndose de la bandeja de la ignorancia, la esclavitud y la incapacidad de las mayorías de gestarse otras formas de vida y si lo intentaran, son aplastados por las oscuras comunidades de la fuerza y de las armas. No hay -por ahora- nada nuevo bajo el cielo del máximo creador, el que muchos utilizan para justificar sus tropelías, sembrando más miseria humana, indignación, prepotencia, abuso e intolerancia.
Hoy, el lenguaje de la intolerancia es el arma secreta, pues no importan los argumentos esgrimidos, no importa el rechazo generalizado manifestado, no importan las leyes pactadas, el poder es el poder y son los tienen la sartén por el mango. Ha sido así por toda la historia conocida por la humanidad, por supuesto basada en la represión. Algunos piensan que viven en democracia pero la realidad les golpea la frente y ¡de qué forma!, despiertan con el moratón en sus frentes, para descubrir que la democracia sigue siendo el mito mejor vendido, solo es permitido creerlo, pero jamás ponerlo en real práctica, más cuando se habla sobre la auto determinación de los pueblos. 
Eso dice mucho de nuestra supuesta evolución, mito vendido para la opresión, cotejada en los mismos escenarios, pero con diferentes actores tecnológicos, el mismo perfil y las mismas obras puesta en escena, solo que actualizadas sus vestimentas y sus escenografías.  Imperios que nacen, crecen, se desarrollan, enferman y mueren, pero sus reductos se coletean, para renacer nuevos desde las catatumbas, y los pueblos son incapaces de deshacer tanta maldad y oprobio…
Vemos que en la lucha por lograr los cambios requeridos por las poblaciones, lo que fue en un momento bueno, hoy deja de serlo, se lucha por cambios de modelos y esos mismos luchadores, que una vez lo auparon, reviven el pasado siniestro y frente a los que apoyaron en la lucha, al final son desechados. Toman el poder los supuestos luchadores, para convertirse en los tiranos, en los ladrones, en los perpetradores de un entuerto mayor, pero mejor legalizado por un sistema llenos de trampas y guillotinas.

Que triste la historia de los pueblos, historia de miedo, violencia, abuso, robo, iniquidad, mediocridad y complejos de inferioridad. Todo por aferrarse a un pasado muerto, petrificado, momificado… Pero el hombre libre de corazón lo entiende con claridad, pero la libertad cuesta caro, pues cuesta trabajo, cuesta responsabilidad, cuesta formarse en el criterio de la sabiduría y la liberación del ego enfermizo, y la carente personalidad.  Hasta cuesta la vida de los que se comprometen y que son abandonados por los cobardes, en la tarea. Y como todo cuesta tan caro, seguiremos siendo esclavos por toda la eternidad, pues no tomamos partido en búsqueda de la auténtica libertad…          

domingo, 8 de octubre de 2017

El lenguaje de la intolerancia y el curioso caso de la polarización.


  Hoy luego de amanecer y ponerme al día con los eventos noticiosos, se prendió en mi mente un pensamiento: ¿Por qué el lenguaje de la intolerancia está dominando el escenario de la política nacional e internacional, que a su vez permea a la sociedad en general polarizándola y fraccionándola?, y en seguida me pregunto: ¿O siempre ha sido de ese modo…?
Es una buena pregunta, pero ¿Qué lo justifica…?  En ciertos momentos del pasado se pensó que un bajo nivel de educación generalizado y el limitado alcance en las capacidades comunicativas y educativas, daba como fruto personas fanáticas, sectarias, intransigentes y por ende con un lenguaje intolerante, fruto de lo escaso y la mediocridad. Pero hoy vemos que no es la falta de educación, como tampoco del alcance de las capacidades comunicativas que priman, pues los actores y promotores actuales de la vida social y política, están más que formados y educados y tienen a su disposición innumerables medios para difundir ideas y aprender de otros, nuevas… entonces, ¿que los justifica en su creciente intolerancia y su ilimitada capacidad de generar violencia?
¿Será que no reconocemos el derecho de disentir?
¿Será que no respetamos ya los pactos acordados con anterioridad, o es que ciertos pactos ya no representan a los intereses de ciertos grupos?
¿O es que una minoría, en un momento imponía esos pactos para la manipulación del sistema a su favor, vendiendo la idea que provenía de la decisión de las mayorías?
¿Será que hoy no tenemos discursos coherentes que logren convencer a todos de las supuestas verdades expuestas y hay que imponerlas por medio de la violencia y el despotismo?
¿O es que no somos capaces de ver la realidad, o simplemente no nos importa y no queremos verla más que desde nuestro punto de vista, o mejor desde nuestros intereses particulares?
También pudiéramos decir que al parecer el ser humano no ha cambiado en su forma de pensar y gestar y que todos los siglos y tiempos son iguales para los políticos y los depredadores sociales…
Parece que todo está vedado y que no hay personas que expongan con claridad diáfana las realidades de las poblaciones mundiales polarizadas y fraccionadas, o que no hay ideólogos, pensadores, filósofos o economistas, frescos, que puedan concretar y explicar las vivencias políticas y económicas del pasado, conjuntadas con los de la actualidad y a partir de ello plantear una alterna. Parece que la falta de una plataforma ideológica consistente, que con conocimiento de causa, logre expresar la evolución de la sociedad y perfilar su política y economía para el nuevo siglo. Y que estos tengan el suficiente peso que no genere violencia y la intolerancia.
Sería una respuesta a las cuestiones sobre el tapete. Pero puede ser que esas personas capaces existan pero que no se les escucha o simplemente no se les da el espacio para que pongan de manifiesto su saber. Como también que a esas mismas personas no les importa seguir intentando ese tipo de ejecutoria, por el simple hecho de que es el dinero lo único que marca la directriz de la sociedad cada vez más materialista. Y sus plumas son vendidas al mejor postor…
La realidad es que luego del derrumbe de los modelos económicos del siglo pasado, cuyos escenarios fueron sustentados en dictaduras militares, disfrazadas y/o mantenidas como principios sociales, que en realidad nunca lo fueron, tanto de un bando como del otro. Lo que solo manifiesta la manipulación colectiva en las ventas de dichos modelos, que simplemente se sustentaban en elites financieras y militares, otros en políticos corruptos que sembraron la pobreza en las mayorías de los pueblos del mundo y enriquecieron a una minoría de todos los bandos… Y todo fruto a la represión, la mordaza, el terror, la explotación, la imposición, el robo y la extracción que mantuvieron y mantienen sus sistemas bajo control, sumando a ello las armas, los ladridos, las mordidas y los descuartizamientos.
Cuando la ideología, la filosofía, la política, la economía, la educación y la planificación, no se llevan de las manos, parece que lo único a lo que se puede echar la mano es a la violencia, a la imposición, a la intolerancia y la manipulación colectiva. Que vemos más vivo hoy por los medios de comunicación masiva, que logran también imponer determinados puntos de vista y modelos de realidades compuestas por múltiples factores, con el único fin de perpetuar a los grupos de poder detrás de las cortinas.
Por otro lado tenemos al populismo, el inmediatismo, tratando de resolver los entuertos creados por años de exclusión, con una inmensa deuda social que pasa factura. Técnica que hoy promueve y crea magos ilusionistas que venden sus trucos como soluciones a las ingentes necesidades de las mayorías que sueñan, pero que no llegan a ver las realidades detrás del telón. Las mayorías no comprenden que las ilusiones no pasan de ser ilusiones… Se venden esas prerrogativas, se endeudan a las naciones y se genera una degradación total de la sociedad, que no comprende que el crecimiento no es una cifra bonita bien adornada en los papelitos públicos y que más tarde que temprano se tendrá que pagar con la miseria de generaciones de esclavos y donde solo enriquecen a minorías irresponsables y corruptas.
La falta de planificación, coherente con las realidades económicas de los pueblos y los desarrollos de su infra estructuras productivas, para que logren sustentar las inversiones pro desarrollo, solo se convierte en un caldo de cultivo para más corrupción y luego un desequilibrio que genera más tensión y desasosiego en las poblaciones frustradas. Las que solo quieren ver que las ilusiones vendidas se conviertan en realidades.
A las mayorías no les gusta que se presente la cruda realidad, gustan de ficción e ilusionismos y por ello los políticos se disfrazan de magos y crean los escenarios más bonitos para granjearse el aplauso de su público y asegurar los votos necesarios para perpetuarse en el poder.  Pero cuando se sale del recinto elegantemente preparado, se encuentran con la cruda realidad y la desazón.
Soy de los que les gusta que aunque duela, que me presenten la realidad y asumirla en consecuencia, planificar como solucionarla y establecer las estrategias para lograr el objetivo y las metas propuestas. Sabemos que es difícil la realidad, pero es conveniente asumirla con responsabilidad para que al final todo sea más fácil de llevar y manejar.  De lo contrario se tendrá que enfrentar lo ineludible que dicta esta realidad ya conocida por muchos que no perdemos memoria social y reciclada por otros tantos.
Es hora de plantearse que se hará para enfrentar la intolerancia, enfrentar a un mundo lleno de genios, de magos, de profetas, de semidioses, que solo se escuchan a sí mismos, e ignoran o intentan ignorar a todos aquellos que disienten de su verdad…  Una verdad que se ha convertido en algo escaso, pero común a la vez, todos la tienen, pero solo ellos las escuchan y respetan, y si logran cierto nivel de poder las imponen por medio de todos con los recursos disponibles del momento, más con los recursos del platillo preferido… las arcas del pueblo. Y al final todo lo del pueblo se convierte en… todo para mí.


lunes, 31 de julio de 2017

Sabiduría, Benevolencia, Coraje y Valor…

La cultura japonesa, forja desde el siglo X  hasta el siglo XVII, -más o menos-, un código llamado “Bushido”, vocablo que significa, “El camino del guerrero”. Por su parte los chinos, mucho antes, le conocían como el “Kung Fu”. Una parte de ésta sociedad - la japonesa-  desde el siglo VI, adopto la filosofía de vida budista, llamada por ellos “ZEN”, una filosofía también heredada de los chinos, que lo conocían como budismo “Chan”.  La que era y sigue siendo una filosofía cargada de valores y principios, que enseñaban a sus seguidores a buscar la iluminación, a través de la meditación, para lograr una armonía, cuerpo -mente -espíritu.
En sus prácticas se trataba de tener concretado, todo un legado de sabiduría, con pensamientos precisos, y en pocas palabras.  Tal como algunos otros grupos del taoísmo, que recibieron las máximas del viejo texto llamado “Tao te King”, al que nos hemos referido en múltiples  ocasiones.
Esta sociedad, a la que hoy nos referimos, escribió sus propias máximas. Y una de las que alcanzó mayor relevancia fue: “Sabiduría, Benevolencia, Coraje y Valor”.  Cuando vemos estas palabras por separado, tienen otra dinámica, más  para el común de los mortales, pero para los grupos de guerreros llamados  “Samuráis”, se trataba de algo de trascendencia singular.
Vamos pues a tratar de dilucidar los intríngulis que esta máxima contenía, para que pudiera marcar de manera tan particular, la realidad vivida por estos personajes de la historia. Trataremos de ver, cuánto podría significar estos cuatro simples vocablos.
Comencemos por “Sabiduría”: Se puede conceptualizar como prudencia, como también buena instrucción, pero otros lo llevaban a una mayor dimensión, cuando la describían como algo proveniente del conocimiento divino.
Llegar a ser sabio era, poseer todo conocimiento que representaba  la sapiencia de la comprensión de los dioses. Puesto que la instrucción como legado, debería ser capaz de transformar la vida del ser humano.  Y esto se lograría a través de la meditación,  que con una ardua autodisciplina, se escalaba a los reinos del conocimiento universal, pero aquí en la tierra…
Se decía que, la información primero transformaba la vida de los seres humanos, donde se trataba primero de profundizar en la conciencia humana, para más adelante alcanzar la conciencia universal o sabiduría divina total. Esta conciencia, nos da el poder del entendimiento de las causas, razones y objetivos para lo que fuimos conformados. Claro, no solo para su vida personal, que es la primera etapa, sino para la conciencia social que es la segunda etapa, razón por y para la cual se recibía ese don.
Es por ello que este grupo de guerreros,  emprendió la gran transformación de la civilización japonesa, la que en los anteriores  siglos estaba en franco barbarismo. Y con un esfuerzo descomunal, lograron una sociedad con niveles de sofisticación pocas veces vista en la historia de la humanidad. Y hasta hoy su legado quedó impreso en el código genético de los ciudadanos nipones. Pero al llegar el siglo XVIII - XIX el nuevo emperador optó por permear la tradición de los Samuráis, con las nuevas tendencias occidentales, lo que terminó por llevar al imperio japonés a la ruina total, durante la segunda guerra mundial.
Prosiguiendo con las conceptualizaciones, sabiduría se pudiera definir como conocimiento amplio y profundo, que de adquiere mediante el estudio y la experiencia. También como la facultad de las personas actuar con sensatez, prudencia y acierto.  Se habla también de que es un carácter, que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia propia, la que da mayor entendimiento y capacidad para reflexionar, sacar conclusiones y da el discernimiento de lo que es ético y moral. Por otro lado nos da referencia de memoria a largo plazo, algo que se experimenta con la suficiente intensidad y frecuencia, como para que no se borre del recuerdo humano,  en su proceso para la supervivencia social…
Pasemos al segundo vocablo “Benevolencia”, el que se traduce como simpatía, buena voluntad hacia otros, también como una cualidad, una propiedad de la persona que es comprensiva y tolerante, a veces indulgente. Esta cualidad se demuestra en sociedad, que te dice que se es bueno con los que se convive. Un sentimiento que dicta que las acciones se deben tomar en beneficios de los demás. Esto se nos hace contradictorio cuando se habla de un guerrero, que se hizo reconocer por su potestad de cortar cabezas, puesto que los samuráis eran diestros en el uso de las espadas. Pero la pregunta a seguir es ¿A quién les cortaban las cabezas?... En sus inicios estos guerreros se hicieron populares porque defendían al pueblo de los abusadores y ladrones que asolaban la comarca.
Pero de la filosofía budista, aprendieron que deberían ser benévolos con los ignorantes, con los menos dotados, de que no era un pecado ser torpes, brutos, o incultos. Pero si lo era, ser inmoral, ladrón y  desvergonzado. Pues ésta es una condición lesiva y nefasta para la sociedad, además de que no requería instrucción especial, para ser honestos y correctos...
Entonces limpiar las lacras sociales más perversas, era una necesidad, para forjar una sociedad y cultura de trabajo, honestidad, moralidad y respeto común. Esto sin dudas costó muchas vidas, pero algo interesante sucedió… se erradicó “el gen del ladrón” de su sociedad, se devolvió la moralidad ciudadana a niveles sin prescindentes vistos  en esa nación y en el mundo, hasta la fecha.
Ser comprensivos e indulgentes con los ignorantes, no representó ser permisivos con los delincuentes y promotores del desafuero social. Entendían que la ignorancia, la faltas de cultura, de higiene, de trabajo y demás adornos sociales, debían ser enseñados desde pequeños y que el respeto a las normas éticas y morales establecidas por la consciencia divina, y no deberían ser violadas, de lo contrario se debía pagar el precio de ser reciclados bajo la creencia en que el karma pesaba y debía ser purificado con acciones correctas y saludables, para que la sociedad pudiera vivir en armonía, paz, prosperidad y solidaridad.
Coraje y Valor… De inicio pareciera ser lo mismo, pero en realidad son conceptos diferente. El coraje representa al guerrero por su valentía  por luchar por esa virtud humana, esa fuerza de voluntad para poder lograr lo que proponía por convicción clara e inquebrantable, el que se sobrepone  a los impedimentos y sabotajes. Se persevera en la acción hasta que se realiza la acción iniciada.
Era una acción decidida, apasionada, convencida de que se lograría el objetivo. Y no se podía desfallecer puesto que la sabiduría divina apodera al hombre de bien, de esa fuerza interna, o por lo menos eso se suponía…
La propuesta, primaria el ser se transformaría a sí mismo, para luego transformar su realidad social, manifestando su entrega máxima. No corromperse en el proceso era el logro, ya que el corrupto pierde la conciencia legada por los divinos, y lo hace indigno, por su debilidad manifiesta.
Esto no puede ser aplicado por los hombres que no tienen claro su verdad. Aquellos que dudan de sí mismos, de su valía, aquellos que permanentemente dudan de que sea posible lograr eso que dicta la conciencia divina. Dictaban que por esa falta de coraje es que las sociedades y sus integrantes se corrompen. Y se ve cómo se desmorona el entramado social para ser reciclado en su totalidad en una espiral sin fin. Cuando esa conciencia social se corrompe y pierde su norte, termina en el estercolero de la historia, como han terminado todos los imperios corruptos propiciados por el hombre durante su historia como civilización.
Haciendo un análisis de la realidad, por dura que parezca, parecen tener razón en este capítulo. Los padres fundadores de los países, lo son porque fundamentaron sus legados en aquello que los comunitarios entendían como bueno para ellos  y acogen esos principios y valores, pues la sociedad mayoritariamente sana, los anhela.
Por otro lado el valor representa otro acápite que colinda con el anterior, pero el valor en este caso representa los principios fundamentales de la sociedad, los cuales son perseguidos por toda la eternidad. El valor enseña a todos, esos principios que nos hacen reconocer como seres buenos, como seres civilizados, como criaturas legadas por la divina creación, de acuerdo con los antiguos. Puesto que para ellos la creación era divina, inmaculada, impoluta, sin manchas. Claro, era una forma de idealizar lo que está fuera del alcance del ser común, y esos acápites son manipulados por los falsos profetas, tal como lo han manifestado públicamente los grandes maestros espirituales de todos los tiempos y todas las culturas.
Así podemos ver que esos guerreros del bushido, lograron con cuatro vocablos elementales, concretar todo un legado histórico para su humanidad, en una simple pero valiosa máxima samurái. Que al ser simple, la recitaban y llevaban al guerrero a reconocer cuales eran los principios fundamentales por los que se comprometían con todo su ser. Allí no había dudas, flaquezas, debilidades, el corazón estaba henchido permanentemente, pues sus máximas eran fáciles de recordar, era fácil de meditar en torno a esos cuatro simples vocablos. Era un principio tan elemental como la devoción del perro con su amo, allí no existen circunstancias, atenuantes, ni traiciones, solo existe la vía de la lealtad y entrega de todo el ser, a una realidad ineludible.

Por supuesto, no es que queremos hacer una apología a las culturas ancestrales, donde quedaron marcas por la violencia y latrocinio,  pero lo que si podemos sacar como conclusión es que la filosofía, la ideología, la moral y la ética, siguen siendo las herramientas fundamentales para la transformación humana, pero que ha quedado relegadas, frente a los valores de la riqueza y el poder, la opulencia y demás gatos barcinos escondidos en las psique humana, y que en pocos momento de la historia, han logrado superar las adversidades que viven sus propias civilizaciones.