martes, 24 de noviembre de 2015
miércoles, 28 de octubre de 2015
Fredy Nadal Castellanos: La Triple Herencia 2da. parte
Fredy Nadal Castellanos: La Triple Herencia 2da. parte: LA TRIPLE HERENCIA 2da. PARTE Bueno… por fin, Tenemos aquí la famosa triple herencia: 1- El… ¡A mí que...
La Triple Herencia 2da. parte
LA
TRIPLE HERENCIA 2da. PARTE
Bueno…
por fin, Tenemos aquí la famosa triple herencia:
1-
El…
¡A mí que me importa…!
2-
El…
¡Búsquenme lo mío…!
3-
El…
¡Sálvese quien pueda…!
Ahora hay que
preguntarse ¿Cuál es la procedencia de este triste legado? Que más que un legado, es una nefasta realidad…
Esta realidad fue
sembrada a todo lo largo y lo ancho del los territorios ocupados por los
colonos españoles y otros sucesores colonizadores a partir del 1492, -por
supuesto, me enclavo en un momento histórico-, y cuando se propaga la infección.
Sembraron esta peste a todo lo largo y
lo ancho del planeta tierra, pues les iba muy bien para sus propósitos –el
pillaje- y orquestada por aquellos licenciados para tales fines –los pillos con
títulos de realeza-.
Se les
permitió realizar su tarea… tal vez por la cobardía de los miembros de algunas
comunidades “descubiertas” -o sea tu no existes hasta que yo te nombro- Muchos otros borrados del planeta por la
despiadada violencia de los blancos europeos y junto a ellos la importación de sus
enfermedades infecciosas (actualizado: ¿guerras bacteriológicas?), otras comunidades
fueron dominadas por la simple ignorancia e ingenuidad colectiva de sus
miembros. Pero la mayoría sucumbió ante el abuso y la imposición del poder
militar, sucumbían ante las argucias, los pensamientos y formas retorcidas a la
enésima potencia… Pero lo triste de todo esto es que, luego de la emancipación
de estos pueblos (no ya tan originarios), esa herencia dejada, les ha marcado o
más bien ha quedado como una herida que no logra sanarse y cada día supura más
pestilencia…
Han quedado estos
territorios, infestados… por un tipo de cáncer, al parecer incurable… Esta
triple herencia nos deja como consecuencia… La corrupción. Y lo peor, hoy la misma civilización occidental europea, sigue
empleando las mismas estrategias, en otros territorios, creando el caos, siendo
los maestros de las guerras, los sembradores de odio y las diatribas, y con un
solo argumento… sus intereses. Y todavía les permitimos creerse los dueños del
planeta.
Todos sabemos, -o
por lo menos eso creo-, cómo se tratan o se intenta curar los canceres… Y la
máxima posibilidad de curarlo es cuando se toma a tiempo y se aplica el
tratamiento idóneo…
Lo peor, -para que
todos se rían a carcajadas… los propiciadores culpan a sus vástagos por no
superar los males catalogados de casi endémicos, cuando ni ellos mismos han
podido lograrlo. Destruyen todas las estructuras sociales de los lugares
invadidos, luego se justifican con ayudas internacionales, que por supuesto
nunca llegan, o llegan en cuenta gotas, (excepto las armas de fuego), puesto
por que las cifras gordas se quedan en las manos de los burócratas occidentales…
Pero esto, por supuesto, no justifica la insalubre herencia, en cambio, lo que
sí en realidad puede justificarla es… La mediocridad.
Hasta que no
veamos con claridad la historia y evaluemos con cautela el presente, no nos podemos dar cuenta de que en nuestra Vitrola
tenemos montado un disco rayado… Entonces… ¿Estamos condenados a la nada eterna…?
Creo firmemente
que no, podemos pensar que estamos condenados, como si se tratara de un pecado
original cualquiera… Pero creo que precisamente la humanidad está en el momento
propicio para iniciar un cambio radical en su visión y el de sus legados, es el
momento de iniciar las propuestas para superar los males acumulados e impuestos
por siglos.
Creo que las
propuestas tienen que ir en función de entender, comprender y proponer nuevas
formas de vida social, familiar y personal. Las tareas de construcción de un
nuevo modelo de sociedad para los nuevos tiempos, no se orquestan de la noche a
la mañana, toma tiempo madurar y conceptualizar las nuevas propuestas, y afinarlas.
Descubrir las nuevas teorías y formulas para romper con los círculos viciosos, es
toda una tarea que requiere el compromiso de todos y todas.
Precisamente en los
siglos XVII, XVIII y principios del siglo XIX fue cuando se plantearon las nuevas
formas y conceptos de sociedad que hoy vivimos y que todos disfrutamos.
Conceptos tales como: La liberación de la esclavitud, las falsas visiones de la
divinidad de sus regentes, las conquistas sociales, políticas y económicas, los
derechos humanos y la emancipación de las mujeres, etc. Todo esto fue fruto de
un arduo trabajo y sacrificio de los hombres y mujeres de pensamientos
avanzados de la época. Y aun no se haya logrado toda la emancipación deseada y
sigamos secuestrados por un sin número de vicios sociales, lo real es que se
lograron cambios sustanciales frente a la esclavitud y marginalidad en los
asuntos políticos, económicos y sociales, sufridos en el pasado.
Vemos que es un “corto-largo”
tiempo se lograron cambios radicales,
pues solo unos pocos siglos que han pasado, -¡menos que lo que duró el imperio
romano!- La dinámica social es dramáticamente diferente. La realidad de hoy es
que todo tenemos la sensación de que el tiempo de cambio se acelera, todo se
logra en menores tiempos, pues en los últimos cincuenta años el hombre ha
transformado su realidad de manera dramática y a veces hasta descabellada.
Cambiar la
configuración del estado como ente rector de la sociedad civilizada es todo un
reto, muchos se reniegan y sabotean estos procesos de cambio, otros se sienten
inseguros frente a los cambios, muchos tienen miedo a los cambios, pero esos esfuerzos orientados a mantener los
estamentos podridos del pasado, son inútiles.
Los cambios se
podrán retrasar, pero nunca se podrán detener. Quienes piensen lo contrario
están sin dudas sumidos en la más triste ignorancia de la realidad histórica de
los pueblos. Y lo peor, serán los pobres marginados de la historia, aún hoy
posean todas las riquezas y poder. Ningún imperio, estado, forma de gobierno,
dictadura, organización oscurantista o mecanismo de opresión social, ha podido
resistir el devenir de la historia y el tiempo y por supuesto los cambios que
conllevan.
Hoy tenemos que plantearnos en cual tipo de
Estado que queremos vivir en el futuro y no perder en tiempo en las
alucinaciones ficticias vendidas por los consumistas, los que plantean que la
sociedad solo evoluciona en sus aspectos tecnológicos, o la visión de los generadores
de riquezas, -las que se queda en las manos de unos pocos-, solo recordemos
cómo nos vendían -a los mas viejitos por supuesto- la sociedad tecnológica que
tendríamos hoy día, y todo se ha reducido a una brutal mentira, somos más
esclavos del tiempo y la tecnología que nunca y mucho mas del Estado mismo.
Estos elementos
–tecnología, riqueza y poder- son solo parte del desarrollo humano, el mayor
reto es, el humano mismo y no los artefactos que construye y los mecanismos usados
para su degradación. Las realidades de los pueblos trascienden a sus
instrumentos y artilugios y a las manipulaciones científicas, mediáticas,
económicas, religiosas, etc.
Cuantas veces no hemos visto que las
declaraciones científicas se van por el vertedero cuando alguien con mayor
alcance logra desmitificar los artilugios usados por grupos de interés
espurios... Cuantas veces no hemos visto como se desmontan los cánones, aún les
haya costado la vida a aquellos que se atrevieron a plantearlas. Solo tenemos
que acordarnos de “Galileo”, que por cierto su mayor aporte fue –aun que no
fuera su intención directa- la de remover de la mente humana su egocentrismo, el
centro universalismo, y ese paso fue más trascendente de lo que muchos imaginan.
¿Acaso Jean Jacques Rousseau con su publicación “El contrato social” no cambio
para siempre las estructuras feudales europeas…? Entonces ¿Pudo alguna entidad
manipuladora y representante de los círculos de poder más oscuros del momento,
retener la verdad por siempre? Así podemos mencionar centenares de realidades,
que tiempos después fueron desmotados y superados.
Ahora… ¿qué
beneficio se obtuvo con esas acciones, represivas, mal intencionadas y
maquiavélicas…? Solo se obtuvo: dolor, derramamiento de sangre, miseria y
atraso. Entonces nos queda preguntarnos: ¿Quiénes fuéramos hoy si esto hubiera
sido de otro modo? De seguro que nuestro
perfil como sociedad hubiera sido otra cosa.
Conociendo estos
legados que marcan el perfil de lo que tenemos hoy, podemos perfilar el futuro.
Analizando la historia de este modo nos da la posibilidad de acelerar el
proceso de llegar a ser una humanidad más solidaria, más justa, más alegre.
Estar alertas respecto
a las manipulaciones colectivas, es la gran responsabilidad, hoy vemos como
aquellos que en el pasado reciente se vendieron como los reformadores, los
revolucionarios, los que cambiarían los elementos putrefactos y cancerígenos
del pasado, claudicar ante la opulencia, la vanagloria y la vergüenza.
Demagogos,
despiadados, déspotas y promotores de las retrancas sociales, manipuladores de aquellas masas mas
desposeídas, sumidas en la miseria tanto material como intelectual y espiritual.
Utilizan los medios modernos de alienación, vendiendo fantasías, con el único
objetivo de enquistarse en el poder, igual que sus predecesores, con un macabro
populismo, con un dispendio de los recursos de todos aquellos que apostaron y
apuestan a que la sociedad evolucionara a otros niveles.
Por todo esto es,
que tenemos que replantearnos nuestra realidad y comenzar a plantearnos un
nuevo modelo, ya que está más que demostrado que, el existente está más que
retorcido, preparado para que todo aquel que llegue o acceda al poder, sea
manipulado, corrompido y de sensibilizado y enarbole la bandera del – a mí que
me importa- y sobre todo para mantener esclavizados a las mayorías.
Es un problema
bastante serio, ya que se generan nuevos estamentos, se generan nuevas
necesidades díscolas, los hombres van perdiendo el sentido de lo colectivo y se
dan a la tarea del – búsquenme lo mío-.
Se ha perdido el carácter de lo
social, de lo solidario, de lo comunitario, manifiesto en el –sálvese quien
pueda-. Y el origen del pensamiento al que nos referimos anteriormente, no es
precisamente lo que vemos hoy. Hoy tenemos cerebros y personalidades mediocres
y maléfica mente distorsionadas, pero perfectamente educadas...
¿Acaso tenemos que cambiar los paradigmas
sociales, los sistemas de educación familiar, los sistemas de vida y educación comunitaria?
Basándonos en nuevos valores, nuevas éticas sociales, nuevas reglas morales,
¿acaso tendremos que construir un nuevo lenguaje que borre los paramentos
existentes que sustentan la sociedad? Una nueva política, una nueva economía,
en realidad una nueva filosofía…
Lo cierto es que
lo primero que tenemos que borrar es la triple herencia, por lo menos tenemos
un punto por donde comenzar… Y tomar como parámetros para la nueva sociedad y el
nuevo estado, sean basados en: la compasión, la solidaridad genuina, y el
respeto a la dignidad de todas las especies y la no violencia. La tolerancia frente a las diferencias, es
fundamental, puesto que sabemos que todos somos únicos y personales, solo el
respeto y la tolerancia son los elementos que nos unen y nos permiten vivir en
paz.
Tenemos que sembrar en terrenos más fértiles. Con
anterioridad pensamos que los terrenos más fértiles eran la mente humana, hoy
reconocemos que los terrenos más fértiles son “el corazón”… sembremos la
benevolencia, la compasión, el coraje y el valor para cambiar las cosas. Y
sobre todo para cambiarnos a nosotros mismos…
domingo, 25 de octubre de 2015
LA TRIPLE HERENCIA
LA TRIPLE HERENCIA
La herencia es un
legado, una sucesión en todo el sentido de la palabra. La tenemos patente en
los diferentes aspectos de nuestras vidas, tanto personal como social. Y a veces debemos escudriñar en nuestro pasado,
para saber o entender el por qué somos como somos, para comprender quienes
somos en el presente y quienes seremos en el futuro, puesto que de una manera u
otra, las trazas nos marcan, queramos o no.
El impacto de las trazas en nuestras vidas
es visible, pero esto no quiere decir que no podamos superar algunos de los
elementos que nos sean adversos para nuestro desarrollo integral. Pues si las
comprendemos, pueden ser el motor que nos impulsen al cambio. Podemos aprovechar aquellas que suman y pulir
o deshacer, -me gusta más el término… diluir-, aquellas que nos limitan en los
diversos campos que forman nuestro carácter personal, cultural, familiar y
social.
Pero esos cambios, mejoras, pulimentos o
descartes… –interesante término “pulimentos” pero cuidado, se puede obtener
resultados artificiosos-. Descartes – término igual de interesante que el
anterior pues dejar raíces, no siempre puedes descartar todo, el resultado
final puede ser vacuo, e insípido-. Pero diluciones –es un término que encierra
el misterio del universo, pues en su caso no ha habido la necesidad de la lucha
o el trabajo forzoso, simplemente se ha disuelto, se ha vuelto algo intrascendente,
y por tanto ya no tiene interés para nada, ni para nadie. Lo diluido se ha de
reciclar en la vacuidad del universo, se va por el hoyo negro y se convierte en
otra cosa...
Y
debemos tener en cuenta que este proceso solo se da siempre y cuando enfrentemos
a nuestras herencias con objetividad y madurez, con sensatez y visión crítica.
Si por ejemplo lo
analizamos los legados en los aspectos colectivos, muchos pueblos se sienten
orgullosos de sus herencias culturales y sociales, puesto que a través de las
mismas han logrado forjar el perfil colectivo que hoy les caracteriza. Muchos,
quizás la mayoría, se sienten orgullosos de sus herencias, pero no
necesariamente porque comprendan a conciencia los orígenes de dichos legados,
sino más bien porque son inducidos en ese tenor, gracias a los aspectos de una
manipulación o el acomodo que priman en sus relatos históricos y el sustrato de
todo lo que esto conlleva.
Otros plantan sus
herencias como simple elemento de resistencia, al oprobio vivido por sus
antepasados, frente al despojo de sus realidades históricas, impuestas por
fuerzas espurias que los disminuyeron como pueblos y así han mantenido vivos
los recuerdos en sus vástagos, para que sean redimidas dichas realidades
históricas, de una manera u otra. Lo cierto es que cada pueblo tiene su propia
y particular historia y por tal, su herencia puede ser un perfil de vencedores y
otros de vencidos, algunos de emancipados, pero pocos de liberados...
Esta visión igual se
traduce o sucede en los tópicos familiares. Existen aquellos seres que sienten
que su legado les ha permitido ser quienes son. Pero otros maldicen algunos tópicos en sus
vidas, al pensar que ciertos elementos hereditarios no les favorecen o les
favoreció en su desarrollo. Todo dependerá del punto de vista y los intereses
que cada uno anteponga como, objeto de ventaja o desventaja comparativa que aporte o deje de aportar en el
desarrollo de su personalidad, pero todo de acuerdo a la estructura montada por
la sociedad en su entrenamiento colectivo.
Tenemos que ver
con claridad esa súper estructura manipulada por siglos que ya se filtra en
nuestra conciencia como si de un elemento natural se tratara. Por ejemplo: Es
la fecha que todavía en los dibujos animados y otros programas infantiles se
mantiene sobre el tapete con el concepto y las imágenes de: Reyes, príncipes,
princesas, súper héroes, caballeros, etc. Ahora acompañado por los súper
violentos vengadores y toda una camada de sangrientos personajes.
Para los adultos tenemos
en el menú los programas televisivos más populares como los de: paramilitares,
súper guerreros, los policías y delincuentes, recordemos que hace unos años
eran los vaqueros y los indios malvados!!!!… los sheriffs y los pistoleros del
oeste… Combates de la segunda guerra
mundial vs. Los nazis, luego los temas de la guerra fría, -tema que está
renaciendo-, donde los rusos son los espías malos y los gringos son los buenos.
Otros presentan a los grupos mafiosos de otras etnias como malvadas pero jamás
de los suyos propios…
Los temas
recurrentes sobre el imperio romano y griego, ensalzando sus desmanes. Otros
asumen las temáticas del narco, vistos como… usted les parezca mejor. Otros
solo traman los súper héroes que vienen a salvarnos y salvan la sociedad,
temática que siempre en lo más sutil nos recordará el tema de lo cístico, la
temática de que tú no puedes hacer nada y que solo los encomendados, los
elegidos, pueden hacerlo…
Hoy tenemos toda
una invasión de programas de investigadores detectives de todos los tipos, astutos
fiscales y demás artilugios, pero con un detalle… “la toda poderosa ciencia y
tecnología” de la que no se escapa nadie… ¿Es acaso un mensaje sutil, sobre el
estado del que nunca podrás escapar…? ¿Es acaso una manipulación colectiva?
Cuantos no se creyeron la invasión de los marcianos narrada en los años 1938
por una cadena radial… ¿Cuantos no creen que todo lo visto por la televisión es
real? En esos canales famosos y con todo el presupuesto del mundo, capaces de
distraer de la realidad a todos sus usuarios y hacerles cree que todas esas
teorías sin fundamentos, como las del Big Bang… ¿son totalmente ciertas? Cuando
en realidad no han podido ser demostradas en lo absoluto.
¿Cuantos creen que todo lo que se publica por
internet es cierto e incuestionable? ¿Cuántos realmente saben del sustrato
oscuro detrás de los juegos electrónicos que ensalzan la guerra, el asesinato,
el súper guerrero, etc.?
Ciertamente
estamos reclamando nuestras herencias… pero no tenemos conciencia clara de cuál
es la real herencia a ser reclamada...
Pero en cuanto a
la triple herencia – que es el tema en cuestión- ha marcado la historia de
algunos pueblos conocidos por todos nosotros… Muchos se preguntarán cual es la dichosa
triple herencia… Pues sin más preámbulos vamos a soltarla en nuestra próxima
entrega.
lunes, 7 de septiembre de 2015
A QUIEN PUEDA INTERESAR
A QUIEN PUEDA INTERESAR
Con este intento, me dispongo a compartir
con ustedes, algunas de mis inquietudes y
preocupaciones. Pero primero tengo que presentar ciertas observaciones y
lo haré de una manera algo inusual, ¿cómo? Pues simple, negando cosas, diciendo
lo que no es, en este caso lo que no soy. Esta técnica – la de negar- es una
costumbre muy oriental, específicamente usada por los budistas zen y los
taoístas chinos, y con ellas ayudaban o facilitaban el entendimiento.
Comencemos con algo, como por ejemplo: En
cuanto a mí y a mi edad, no soy un
anciano de la tercera edad, de la cuarta edad o de la quinta edad - si es que
la hay-. No soy miembro de una
comunidad religiosa fundamentalista, no soy un militar mercenario, no soy un
hombre de concepciones ultra nacionalistas, ni ultra conservadora, ultra
regionalista, ni ultra de ninguna cosa…
Tampoco creo que sea indigno ser miembro de
una de estas organizaciones ya mencionadas y mucho menos que por ser miembro de
alguna de ellas, puedas o seas descalificado. Hago la aclaración pues
simplemente no me identifico con ciertos métodos y sistemas. Además, todos
tenemos la libertad de elegir – o por lo menos eso es lo que se supone- tanto
en el espacio personal, como en el social y así cada uno elige el lugar que aspira ocupar.
Además creo en la diversidad de todo tipo y
no solo en la biodiversidad vegetal y animal. Nuestro planeta es diverso,
variado, múltiple, complejo y por tanto, trato de seguir el tono que marca la
naturaleza que nos gestó como seres vivos. Creo en la variedad sobre todo, también
en el sentido común, la sensatez y sobre todo en el equilibrio y la mutación
como regla…
Puedo proseguir diciendo que: Soy un ser
común y corriente, un ciudadano más del mundo. Apuntar que soy igual que la mayoría, un común mortal. Pero no
obstante tengo cosas que decir y solo lo puedo hacer por este medio y sé que
solo unos pocos pueden ser participes del esfuerzo emprendido. Pero de igual
modo las palabras al igual que los pensamientos se transmiten por diversos
medios, algunos muy sutiles. Y luego de
que son soltados al medio, otros recibirán el mensaje, al igual que yo lo
recibo de todos los demás, pues en la mayoría de los casos simplemente somos
catalizadores.
Tal vez tenga valor lo que quiero decir,
tal vez sea un tema más de aquellos ya gastados por el manoseo social, pero
tengo la necesidad de exponerlo, y quiero que se entienda que lo que voy a
exponer no es un producto o fruto de un espíritu inquisidor o vengador. No
tiene carácter subversivo, ni es fruto de una rabia desmedida, ni de una
postura depresiva, ni de una visión con una marcada falta de esperanza…
Simplemente es una manifestación de mucho dolor, de mucha pena, es compasión
que aflora de lo profundo de mi corazón…
He tenido la suerte de poder ver la
realidad con claridad, oír con claridad, comprender con claridad, sin dudas es
una gran suerte vivir con claridad. Esta postura y forma de vida me da la
oportunidad de ver como estamos viviendo. Hoy estamos frente a la realidad que nos
arropa como sociedad y como civilización, sin distinción de países o fronteras,
culturas o sociedades, medios o posesiones, preceptos o religiones, hoy nos
enfrentamos a una realidad severa… Nos enfrentamos a un día a día que nos
golpea en las narices y nos golpea con tanta fuerza que nos aturde.
Se cierne un manto oscuro sobre el tejido
social, que es como una tormenta feroz y su secuela nos deja con un sentido de sobrecogimiento.
Todos de una u otra manera tocamos los mismos temas, unos más que otros, pero
nadie está al margen de esta realidad que construimos y de la que somos
coparticipes. No es posible estar al
margen y mucho menos negarlo, pues nos toca a todos, no es posible encontrar un
ser que esté ajeno al mismo, en ninguna parte de nuestro minúsculo planeta, el
que no es el planetita del principito, precisamente…
Los que disponemos de más de cuarenta o
cincuenta años de vida, siendo hoy un
día de un mes de Septiembre del año 2015, cuando la nostalgia se nos agolpa de
repente, viviendo unas realidades totalmente insólitas, para un país como el
nuestro, ubicado en una zona tropical, poseedores- en el pasado- de los bosque
húmedos más prominentes de la zona y en medio de las trayectorias ciclónicas, y
que estemos sufriendo cada año de sequias y con subsecuente escases de agua,
hasta ahora sin precedente y en permanente incremento… cuando todos los antes
mencionados por su edad, recordamos como de nuestras montaña emanaba agua a
borbotones, que las temporadas de lluvias eran tan regulares como los
menstruaciones femeninas y éramos una
isla encantada…
Otro de los temas… Pensar que nuestros
hijos y nietos, hoy no pueden salir al barrio libremente a compartir con sus vecinos, compañeros, o
amigos, a menos que se sea detrás de las murallas de las fortalezas que tenemos
por residencias, por supuesto, los que
pueden pagárselas. Los que no, están tras los barrotes, que como cárceles se
yerguen sobre todas las viviendas de las ciudades, por humildes que estas sean.
Los chicos no pueden explorar sus entornos, ni conocer lo que es la naturaleza,
descubrir insecto, plantas, aves, animales, en fin…
Sé que los mayores de edad recuerdan esos
tiempos donde sus hijos eran protegidos por la comunidad, donde los ciudadanos
protegían a los jóvenes que ni siquiera conocían, donde la ciudadanía no temía
ayudarse unos a otros, tiempos donde no se temía a caer en manos de un
desaprensivo en cualquier esquina, o que se viera involucrado en una balacera
como si estuviéramos en medio del lejano oeste americano, acciones que veíamos solo
en los programas televisivos importados… Y es cuando me pregunto, ¿Que nos está
pasado?...
Hemos construido una civilización que ya
corre por XXI siglos de la nueva era, sin contar los siglos pasados antes de esta.
Una civilización de humanos luchando por gestar cambios sociales y por los que se
ha pagado un alto precio por ello, cómo el precio del: Dolor, del odio, la fragmentación,
la frustración, la miseria, las hambrunas, el caos, las guerras irracionales e
interminables y aun seguimos enfrentando las mismas calamidades. ¡Santo Dios!
¿Qué nos pasa?...
El miedo nos arropa a todos, junto a una
inseguridad permanente. Nos carcome hasta los tuétanos la corrupción, la que se
hace presente en cada minúsculo rincón de la vida del los seres humanos y sus
organizaciones, cada día estamos más podridos, cada vez más maquiavélicos, cada
vez más se utilizan métodos más conspicuos, métodos orquestados para la estafa… pareciera que este festín no acabará
nunca. Las mayorías, al parecer, apuestan a ello, por complicidad o contubernio
o por miedo o por simplemente hacerse de la vista gorda, pero creo
personalmente que es por la profunda ignorancia y estupidez sembrada en sus
mediocres egos…
Hoy la estafa es un patrón común en todos
los niveles de la sociedad y sin dejar a un lado que el mayor promotor de la
misma es ¡El Estado! Estamos llenos de políticos estafadores, opulentos,
inoperantes, incompetentes para sus funciones, pero perfectos explotadores, especuladores,
llenos de despropósitos, malvados, hambrientos, desfachatados y manipuladores. Propiciadores
de la una corrupción excelsa. Pero eso sí, todo perfectamente organizado,
meticulosamente estudiado, con todos los mecanismos posibles para crear nuevas
castas, la que pretenden perpetuarse, en plena impunidad, desplazando a todos
los competidores, en todos los órdenes, ya no solo en la política, ahora
también quieren quedarse con todo, absolutamente con todo, y por el medio que asquerosamente le sea mejor
lograrlo, pero eso sí… legalmente instituido.
Creo que hasta los mismos griegos que inventaron este sistema y su vocabulario,
llamado democracia, no encontrarían los calificativos a usar para describirnos,
porque ya fueron superadas todas las expectativas.
Los ciudadanos que mínimamente se
comportan, se sienten como estúpidos, légamos, retrasados mentales,
incompetentes, además de albergar un sentimiento de minusválidos desafortunados, igualmente de estar
temerosos ante tanta barbarie y desatino. Todo esto pareciera ser una película
de ciencia ficción, de terror, apocalíptica, una visión irracional y sin sentido,
todo un sin sentido que se manifiesta en el total despropósito.
Todo se deshace entre nuestras
manos, todo se derrama, solo se vive para pagar impuestos para mantener
corruptos. Hombres y mujeres llenos de estrés, buscando como solventar lo que
como grupo les corresponde, las familias no tienen sosiego. ¡Por supuesto! se
está creando la próxima generación de esclavos eternos… Construimos cada día
con nuestras acciones una sociedad más complicada, más intrincada, más
dependiente, más egoísta, más opulenta, más irracional…
Parecería que el entramado del tejido
social ha agotado toda la energía esencial que le sostiene y todo el material prístino
que le sustenta. Aquella energía que promueve la vida, hoy la desmedra, y así nos
quedamos expuestos ante lo inevitable, una sociedad totalmente neurótica y
enferma, violenta y desalmada, devastada en su ética, en su moral. Y no se diga en lo espiritual -si es que alguna vez hubo tal cosa-.
Tal vez simplemente estoy
soñando, pero parece mentira que las comunidades calificadas de salvajes,
primitivas, que aún hoy subsisten en algunos rincones del planeta, tienen más
valores, más sentido común, que la civilización occidental desarrollada. Ellas
ven horrorizadas el derrotero de la civilización del hombre blanco y lo ponen
de manifiesto, pero al igual que a todos los que vemos con claridad, nadie nos
hace caso y peor, aquellos depravados con licencia, se ríen a nuestras espaldas
tildándonos de locos, desajustados y buenos para nada y utilizan los medios
represivos para silenciar a todos...
Hoy más que nunca los valores máximos
vendidos para la comunidad humana son: el dinero, el poder, la desfachatez, lo
amoral, el ego elevado a la potencia más dislocada que se pueda tan siquiera
soñar. Solo es necesario y suficiente, no tener escrúpulos algunos… ser
perfectamente educado en la tolerancia para identificar quien es el jefe del
momento, aunarse, congregarse y promover, -por supuesto- el cómo joder a los
otros con el más perfecto estilo del Gentleman
Ingles y así, se es el más apto para
participar de la piñata.
El consumo consume a los consumidores, la
ficción envuelve la vida de todos, encerrados en los capullos de la fantasía y
de abulia. Vemos las desproporciones en que viven los artistas, los atletas de
algunas disciplinas manipuladas, las modelos, los banqueros y otros, mientras
las mayorías languidecen en un planeta que está en serios riesgos de desertificación
y degradación social. Pero los intereses de unos grupos minoritarios, pero
asquerosamente ricos y poderosos, mandan al mismísimo infierno las soluciones o
propuestas que deben ser tomadas ahora y sin dilación. Pero las mayorías que
promueve y enarbola las banderas del raciocinio, no poseen el empuje, para
revertir estos procesos corruptos.
Es como si viviéramos en el paraíso de la
nada, donde la nada se lo come todo, lo devora todo, como lo relata La historia
sin fin… El hombre vive en el reciclaje de la ignominia, la desidia, la
opulencia, la desigualdad, la violencia, el miedo, que más que miedo es terror.
La locura colectiva, el abuso, la constante búsqueda del fracaso eterno a través del jueguito de lo imperial. Viviendo en una fantasía distorsionada, una
propuesta de vida en el paraíso después de la muerte, no siendo capaz de
reconocer- por supuesto por la ignorancia y la estupidez- que el paraíso se
construye aquí y ahora y no después de la muerte. Esa ficción ha sido siempre
vendida al humano para que no intente cambiar la lastimera forma en que vive en
el momento de su realidad… Y a eso se llama, burda manipulación…
Qué
triste y doloroso es tener que plantear esta realidad, una realidad que nos
atrapa y nos hace añicos, pero lo más triste es tener que presentarlo a todos
ustedes como la realidad inequívoca de nuestra sociedad, de nuestra isla y de
nuestra civilización. Pero tenemos que persistir en la denuncia, esperando que
quede plasmado en la historia de la humanidad por alguna vía, y que podrá ser
un recordatorio del por qué nos autodestruimos.
Pero al parecer nadie aprende en cabeza
ajena, o tal vez será una ley de vida, y la historia es simplemente un montón
de papeles que solo sirve al despropósito de los macabros agentes de la
desdicha. Los pueblos no tienen la capacidad- al parecer- de hacer causa común
para su bienestar y solo permiten que sean aniquilados como esclavos
permanentes y cautivos de las circunstancias. Una multitud de seres incapaces
de hacer absolutamente… nada,
realmente en este momento no encuentro las palabras para describir esta realidad
que con claridad vislumbro…
Vivimos en la oscuridad cuando la luz es la
ley, pero existe una poción mágica la que todos debemos tomar como remedio, y
esta se llama la poción de la esperanza, la que impulsa la fuerza interior que
nos empuja a vivir y rompe la depresión colectiva. Es una responsabilidad
buscar las soluciones y enfrentarnos a ellas, de una manera pro activa, no
empeorando, si no mejorando, no devorando, si no plantando, no corrompiéndose
si no clarificándose y dejando a un lado la opulencia y los deseos desmedidos e
irracionales. Pues son esos males los que llevan a los hombres a perder la
visión de la realidad en la que vivimos. No alimentemos a la bestia de la nada,
es tiempo de despertar de ese odioso letargo que nos consume y que nos devora,
que nos hace polvo, que nos conduce al abismo. Es tiempo de reaccionar, todavía
estamos a tiempo, la humanidad del futuro no tiene la culpa y tampoco la
nuestra de vivir lo miserable y desdichado que es y lo que estamos dejando como
herencia.
Debemos levantarnos a unas y parar de
manera radical la deforestación, tal como se logro el miserable 4% para educación,
e iniciar un plan de reforestación serio y bien estructurado. Debemos
levantarnos y detener esta locura de la opulencia gubernamental y esta
corrupción desmedida, debemos aunar esfuerzos para que la vida de nuestros
hijos y nietos sea más digna y feliz. No al miedo y a la delincuencia, al
raterismo, a la irresponsabilidad. Y que no se justifique falta de presupuesto
para encaminar las acciones requeridas, es la trampa que siempre nos venden,
para corromper aún más las instituciones, tenemos organizaciones y presupuesto
de más para resolver, solo hace falta la voluntad y la integridad de aquellos
comprometidos. Hay que acudir a los últimos reductos de la tolerancia, a los
últimos reductos de la sensatez, a los últimos reductos del valor ciudadano, a
los últimos reductos de la consciencia humana, y dejar a un lado esta nefasta
conducta depresiva que daña a nuestras familias y a nuestra sociedad.
Todo está escrito… todo está dicho… todo
está a la vista… pero estamos ciegos… sordos…y mudos… Es tiempo de tomar
partido…
miércoles, 1 de abril de 2015
A propósito de la corrupción...
KU
En el ideograma chino KU, que representa la
escudilla en cuyo contenido prosperan los gusanos; se han producido a raíz de
que la suave indiferencia de las criaturas inferiores, que se ha juntado con la
rígida inercia de las estructuras superiores, originando así el estancamiento,
y esto implica a nivel normal, culpa compartida; la exhortación en éstas circunstancias
dadas, imponen a que sean eliminados o removidos.
Lo echado a perder por culpa humana, puede
también subsanarse mediante el trabajo humano, no se trata de un signo
inexorable, es una consecuencia del abuso de las libertades humanas, la cual
condujo al estado de putrefacción. Por lo tanto el trabajo destinado al
mejoramiento, tiene buenas perspectivas, puesto que se realiza en concordancia
con las posibilidades del tiempo. Por eso es necesario que uno no se amilane
frente al trabajo y el peligro, es necesario tomar cartas enérgicamente.
En primer término, deben conocerse las
causas que ha conducido a la corrupción, antes de que ésta pueda subsanarse, de
ahí la necesaria atención durante el periodo anterior, al tiempo inicial. Luego
hay que preocuparse de que todo se encarrile bien, por la nueva vía, para
evitar una recaída; de ahí la necesaria atención en el periodo que se sigue al
punto inicial. La indiferencia y la
inercia, que ha conducido al estado de corrupción, deben ser reemplazadas por
la energía, a fin de que un nuevo comienzo pueda suceder a la terminación de
tal estado.
Lo mismo ocurre también, con las
disposiciones de ánimo inferiores y con los modos en que se introduce la
corrupción en la sociedad humana. Para eliminarla, el noble (hombre de
voluntad) ha de renovar la sociedad, el noble ha de eliminar el estancamiento,
sacudiendo a la opinión publica y luego fortalecer el carácter de la gente, y
más luego tranquilizarlo.
El
hombre se ve tentado a algo echado a perder, debido a la negligencia sometida
en épocas anteriores, no posee la energía necesaria, como para remediarlo solo,
pero encuentra ayudantes capaces, con cuyo apoyo bien no podrá lograrse, un
nuevo comienzo, en un sentido creativo; pero por lo menos se llevara a cabo una
reforma a fondo, cosa que también es digna de elogio.
No todos los hombres están obligados a
mezclarse en los asuntos mundanos, existen también, quienes ya han evolucionado
interiormente, a tal punto que tienen el derecho a dejar que el mundo siga su
curso, sin inmiscuirse en la vida política como reformadores.
Más, con ello no quiere decirse que, han
de asumir una actitud pasiva, inactiva, o meramente crítica; tan solo con el
trabajo dedicado a las metas más altas de la humanidad, y que uno ejecuta sobre
su propia persona, da una justificación para semejante estado de retiro, pues aún
un sabio se mantiene apartado del cotidiano trajín, va creando incomparables
valores para la humanidad del porvenir.
Así habla el I´Ching, ¿qué les parece? es como una cátedra de civismo,
me imagino que la razón que generó dicho legado, se debió a momentos en que la
sociedad China, a través de su emperador, clamaba por sus mejores hombres y
mujeres, con la simple pretensión de rescatar las bases del hombre, la historia
y la humanidad, bajo los preceptos que son considerados buenos y válidos por
intuición propia. ¿Qué nos queda a nosotros por hacer, 5000 años después de
éste manifiesto? ¿Es a nosotros que nos está hablando? ¿Es a nuestra sociedad y
compostura a la que se refiere...?
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