Como enfrentar la corrupción

Primera propuesta, para los términos a corto plazo.

Cuando iniciamos el análisis de la situación actual en la que vivimos, tratamos por todos los medios de: comprender, justificar, descubrir factores, incidencias, y metodologías, para entender el proceso de corrupción generalizado a nivel internacional. Descubrir las razones y los nichos donde se sumerge la corrupción, a veces se hace espinoso, y difícil de impedir, como de prevenir. Pero lo cierto es que tenemos que buscar en lo micro para entender lo macro.

Hoy sabemos que la corrupción, se ha estructurado en y por, los círculos del poder y por ende en el estado, para favorecer a grupos que se enquistan en el mismo, los que a su vez  desplazan a otros que pudieran ser adversarios, impidiendo así su accionar. Además de permear los estamentos de control y de penalización, para salir indemnes del proceso. Y por supuesto todo esto tras las pantallas del juego de la transparencia.

Para ser realistas, en nuestro caso particular de la República Dominicana, tenemos poco tiempo antes de que se nos venga encima una situación parecida a lo que hoy acontece en Grecia, España, Italia, Portugal, Puerto Rico y otros países.  Pues los corruptos no les importa cómo, los pueblos van a pagar sus desafueros, ellos solo se preocupan por sus propios intereses y como mantenerse enquistados en el poder. Allí estarán protegidos y podrán sobre llevar las incidencias de sus tropelías, mientras que las mayorías tendrán que chuparse las precariedades. Los desaprensivos no les importan los sufrimientos de las mayorías, pues han perdido todos los escrúpulos, todo tipo de sentido de responsabilidad social, y han perdido los valores de humanidad. El ego y súper ego de los grupos corruptos y corruptores, supera todas las expectativas, y su desfachatez ya no tiene límites.

Parecería que no se tienen herramientas para enfrentar la situación, pero es toda una falacia. Cuando estudiamos la historia nos encontramos que pueblos pequeños y débiles han vencido imperios poderosos y despiadados, y la pregunta es, ¿Cómo?, y la respuesta es muy simple, estrategias adecuadas. En algunos casos se utilizaron la táctica de: divide y vencerás.

Por ende, no se puede  permitir que el poder quede centralizado en manos de unos pocos, pues allí es donde se incuba el mal de la corrupción. Lo político, lo económico y lo militar, en control de unos pocos, es la combinación perfecta para el desastre y la corruptela. ¿Cómo eso se traduce a nuestra sociedad? Pues muy simple, hoy el pueblo tiene el mejor ejemplo de la realidad expuesta, pero al igual tiene la posibilidad de tomar las decisiones, pero no lo sabe, ni sabe cómo articularse para hacer valer su derecho, el de ser el Soberano sobre el estado.

Mi propuesta es muy simple y se puede poner en práctica usando los mismos elementos existentes en el sistema, sin tener que violentar el estado y sus instituciones. Hay que solo usar los mecanismos que tenemos en nuestras manos, El Voto popular.

Sabemos que los problemas principales que se nos avecinan, son las deudas externas contraídas por estos políticos corruptos, y que llevará a una situación calamitosa al país y por ende a todos sus ciudadanos. Lo que sucede es que las mayorías no lo ven venir, por desconocer lo que esto representa. La deuda pública gravitará sobre nuestra sociedad de manera radical en los próximos años, si no se para este endeudamiento dislocado y frenético, y por esto nos llevará a tocar fondo.

Por igual no podemos seguir sosteniendo una estructura estatal tan costosa, la que impulsa a todos a querer una parte del pastel.  Hemos llegado a construir un estado tan complejo y que produce tantos recursos, que los políticos ya no tienen que enfrentarse a niveles ideológicos y de propuestas, solo hay que asociarse para conseguir una cuota parte. Más para los dirigentes que manipulan a los diversos grupos sociales, aquellos que no ven con claridad estos manejos. Y esos grupos sociales que no ven con claridad, porque se limitan a “LO MIO”, se prestan para esos manejos, de manera infantil. Además estos sectores de la población por lo regular son, los que menos impuestos pagan, para sostener el estado que nos gastamos.

Es por ello que la primera propuesta es DIVIDE Y VENCERÁS, y uno se pregunta ¿cómo dividir para vencer?, pues muy sencillo, sabemos que el estado esta articulado en varios poderes: El poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial, el pueblo dice que tiene el cuarto poder…la prensa. Pero es sabido que todos se han puesto al servicio de un solo objetivo… el despilfarro de los fondos públicos.

Y esto ha acontecido por centralizar todos los poderes en un solo grupo político, el que ha marginado a todos aquellos que no comulgan con sus predicas, y que no se prestan a tales componendas, o que simplemente aspiran a tomar ellos el poder para ejecutar las mismas políticas, realidad que hemos vistos en los últimos cuarenta o cincuenta años.

¿Cómo romper ese círculo? Respuesta: fraccionando el voto. Hay que comprender que NO se puede otorgar al mismo partido o partidos, la totalidad de los escaños en las cámaras legislativas, así como en  los ayuntamientos. ¿Por qué? Buena pregunta, cuando el ejecutivo se vea privado del privilegio de contar con un congreso complaciente y que simplemente obedece a sus mandatos e intereses grupales, entonces no podrán ejecutar los presupuestos corruptos, como en la actualidad lo hacen, financiando los déficit a través de préstamos y bono internacionales, además de todos los trucos detrás de la seudo legalidad de sus acciones.

Por tanto, tenemos que darles el voto, a los partidos minoritarios opositores y aquellos que  no concurran aliados a los grandes partidos, tanto en los ayuntamientos y en el congreso. Nunca votar por un solo partido, y mucho menos el favorito de las encuestas. La clave es votar por múltiples partidos, eso evitará la posibilidad de las mayorías congresuales y municipales, y por tanto las  componendas.

De este modo es muy posible que no se aprueben los presupuestos deficitarios y por ende tampoco los préstamos para financiarlo, y se evita las subidas de los impuestos para los mismos fines.  El gobierno de turno se verá avocado a tener que utilizar el presupuesto aprobado por las cámaras legislativas pluralista o de lo contrario el del año anterior, si no es aprobado el sometido. Esto nos garantiza que por lo menos, no puedan todos los años ampliar los presupuestos truculentos y se verán limitados a tener que ejecutar lo mínimo y emprender un estado real de austeridad.

Esta práctica permitirá un tiempo de poder reorganizar el estado en pocos años. Y tendrán que pactar con todos los grupos minoritarios opositores, sabemos que los partidos minoritarios, de real oposición, no tienen por el momento la posibilidad de ganar la presidencia, pues no poseen los recursos para imponerse ante la parafernalia del los recursos del estatus quo, pero estos grupos sociales tienen la posibilidad de poner freno, y las fuerzas sociales se verán en equilibrio.

Nos enfrentaremos a un millón de críticas y argumentos, para justificar que esta medida -dividir y vencerás- ralentizará la economía. Por supuesto que no habrá crecimiento, pero yo me pregunto ¿Dónde se ha reflejado el crecimiento de los últimos años? Por supuesto en ese 1% de la población, “los del poder”, mientras que el resto… se traga “un cable”.

 Entonces los oportunistas utilizaran todos los medios para evitar que esta propuesta prospere, pero en realidad los que tendrán que pagar los platos rotos en los próximos años será, ese pueblo, que no logra ver con claridad lo que está aconteciendo en todos esos países, que  permitieron esos niveles de crecimiento, en base de endeudamiento y corrupción.

Y ¿quiénes se benefician de estos endeudamientos…? por supuesto, los países ricos, a través del  fondo monetario, el banco mundial y todas esas instituciones financieras especulativas y  adjunto a, sus peones, los grupos sociales enquistados en el poder. Estos grupos tendrán tantos recursos en sus manos que la inflación y la devaluación de la moneda no les afectará, pero a las mayorías, simplemente se los llevara el mismo “Belcebú”, pagando impuestos y pagando con miseria y una pérdida progresiva de la clase media del país y empeorando a la empobrecida clase obrera y campesina.

Al país no le pasará nada por evitar un crecimiento ficticio, pero si le pasará a las mayorías el despilfarro económico. Es igual que en su casa, cuando usted piense en financiar todas sus locuras y despilfarros y lujos, en base a una tarjeta de crédito y financiamiento bancario, al final… ¿lo podrá pagar…? Entonces el país es igual.

Por tanto en la medida que los partidos emergentes logren tener acceso al poder, por lo menos en los ayuntamientos y las diputaciones y senadurías, obligará a entrar en un real plan de austeridad, y no seguir con la misma cantaleta que venden estos partidos mayoritarios, los que nunca en realidad ponen en práctica un auténtico plan de austeridad y se continúa con el despilfarro.

Para finaliza, esta propuesta debe hacerse viral, la clase media pensante tiene en sus manos las soluciones, pero debe de ser participativa y de manera masiva, sabemos que ciertos grupos serán manipulados por las propagandas políticas de los más poderosos, y que las mayorías son susceptibles a esta manipulación propagandística y al fanatismo, pero los grupos conscientes de la sociedad deben apostar a tener un congreso más plural y diverso.

Hay que darles las oportunidades a los partidos pequeños no sectorizados, a tener un peso específico en el congreso y los ayuntamientos, sabemos que no es una solución integral pero por lo menos será un freno, en primera instancia

Lema: Divide y Vencerás

Se necesita un voto de consciencia…no te quedes en casa, no te vayas de vacaciones…Vota sin pasiones…

1-Vota por el presidente que prefieras.

2-Vota por los senadores opositores al partido de tu presidente, pero de  los partidos mayoritarios.

3-Vota por los diputados de los partidos minoritarios independientes y no aliados a fuerzas mayoritarias.

4-Vota por los alcaldes del partido del presidente que favorezcas.

5-Vota por los regidores de los grupos locales minoritarios, no aliados al presidente favorecido, y que tengan propuestas sensatas.