domingo, 8 de octubre de 2017

El lenguaje de la intolerancia y el curioso caso de la polarización.


  Hoy luego de amanecer y ponerme al día con los eventos noticiosos, se prendió en mi mente un pensamiento: ¿Por qué el lenguaje de la intolerancia está dominando el escenario de la política nacional e internacional, que a su vez permea a la sociedad en general polarizándola y fraccionándola?, y en seguida me pregunto: ¿O siempre ha sido de ese modo…?
Es una buena pregunta, pero ¿Qué lo justifica…?  En ciertos momentos del pasado se pensó que un bajo nivel de educación generalizado y el limitado alcance en las capacidades comunicativas y educativas, daba como fruto personas fanáticas, sectarias, intransigentes y por ende con un lenguaje intolerante, fruto de lo escaso y la mediocridad. Pero hoy vemos que no es la falta de educación, como tampoco del alcance de las capacidades comunicativas que priman, pues los actores y promotores actuales de la vida social y política, están más que formados y educados y tienen a su disposición innumerables medios para difundir ideas y aprender de otros, nuevas… entonces, ¿que los justifica en su creciente intolerancia y su ilimitada capacidad de generar violencia?
¿Será que no reconocemos el derecho de disentir?
¿Será que no respetamos ya los pactos acordados con anterioridad, o es que ciertos pactos ya no representan a los intereses de ciertos grupos?
¿O es que una minoría, en un momento imponía esos pactos para la manipulación del sistema a su favor, vendiendo la idea que provenía de la decisión de las mayorías?
¿Será que hoy no tenemos discursos coherentes que logren convencer a todos de las supuestas verdades expuestas y hay que imponerlas por medio de la violencia y el despotismo?
¿O es que no somos capaces de ver la realidad, o simplemente no nos importa y no queremos verla más que desde nuestro punto de vista, o mejor desde nuestros intereses particulares?
También pudiéramos decir que al parecer el ser humano no ha cambiado en su forma de pensar y gestar y que todos los siglos y tiempos son iguales para los políticos y los depredadores sociales…
Parece que todo está vedado y que no hay personas que expongan con claridad diáfana las realidades de las poblaciones mundiales polarizadas y fraccionadas, o que no hay ideólogos, pensadores, filósofos o economistas, frescos, que puedan concretar y explicar las vivencias políticas y económicas del pasado, conjuntadas con los de la actualidad y a partir de ello plantear una alterna. Parece que la falta de una plataforma ideológica consistente, que con conocimiento de causa, logre expresar la evolución de la sociedad y perfilar su política y economía para el nuevo siglo. Y que estos tengan el suficiente peso que no genere violencia y la intolerancia.
Sería una respuesta a las cuestiones sobre el tapete. Pero puede ser que esas personas capaces existan pero que no se les escucha o simplemente no se les da el espacio para que pongan de manifiesto su saber. Como también que a esas mismas personas no les importa seguir intentando ese tipo de ejecutoria, por el simple hecho de que es el dinero lo único que marca la directriz de la sociedad cada vez más materialista. Y sus plumas son vendidas al mejor postor…
La realidad es que luego del derrumbe de los modelos económicos del siglo pasado, cuyos escenarios fueron sustentados en dictaduras militares, disfrazadas y/o mantenidas como principios sociales, que en realidad nunca lo fueron, tanto de un bando como del otro. Lo que solo manifiesta la manipulación colectiva en las ventas de dichos modelos, que simplemente se sustentaban en elites financieras y militares, otros en políticos corruptos que sembraron la pobreza en las mayorías de los pueblos del mundo y enriquecieron a una minoría de todos los bandos… Y todo fruto a la represión, la mordaza, el terror, la explotación, la imposición, el robo y la extracción que mantuvieron y mantienen sus sistemas bajo control, sumando a ello las armas, los ladridos, las mordidas y los descuartizamientos.
Cuando la ideología, la filosofía, la política, la economía, la educación y la planificación, no se llevan de las manos, parece que lo único a lo que se puede echar la mano es a la violencia, a la imposición, a la intolerancia y la manipulación colectiva. Que vemos más vivo hoy por los medios de comunicación masiva, que logran también imponer determinados puntos de vista y modelos de realidades compuestas por múltiples factores, con el único fin de perpetuar a los grupos de poder detrás de las cortinas.
Por otro lado tenemos al populismo, el inmediatismo, tratando de resolver los entuertos creados por años de exclusión, con una inmensa deuda social que pasa factura. Técnica que hoy promueve y crea magos ilusionistas que venden sus trucos como soluciones a las ingentes necesidades de las mayorías que sueñan, pero que no llegan a ver las realidades detrás del telón. Las mayorías no comprenden que las ilusiones no pasan de ser ilusiones… Se venden esas prerrogativas, se endeudan a las naciones y se genera una degradación total de la sociedad, que no comprende que el crecimiento no es una cifra bonita bien adornada en los papelitos públicos y que más tarde que temprano se tendrá que pagar con la miseria de generaciones de esclavos y donde solo enriquecen a minorías irresponsables y corruptas.
La falta de planificación, coherente con las realidades económicas de los pueblos y los desarrollos de su infra estructuras productivas, para que logren sustentar las inversiones pro desarrollo, solo se convierte en un caldo de cultivo para más corrupción y luego un desequilibrio que genera más tensión y desasosiego en las poblaciones frustradas. Las que solo quieren ver que las ilusiones vendidas se conviertan en realidades.
A las mayorías no les gusta que se presente la cruda realidad, gustan de ficción e ilusionismos y por ello los políticos se disfrazan de magos y crean los escenarios más bonitos para granjearse el aplauso de su público y asegurar los votos necesarios para perpetuarse en el poder.  Pero cuando se sale del recinto elegantemente preparado, se encuentran con la cruda realidad y la desazón.
Soy de los que les gusta que aunque duela, que me presenten la realidad y asumirla en consecuencia, planificar como solucionarla y establecer las estrategias para lograr el objetivo y las metas propuestas. Sabemos que es difícil la realidad, pero es conveniente asumirla con responsabilidad para que al final todo sea más fácil de llevar y manejar.  De lo contrario se tendrá que enfrentar lo ineludible que dicta esta realidad ya conocida por muchos que no perdemos memoria social y reciclada por otros tantos.
Es hora de plantearse que se hará para enfrentar la intolerancia, enfrentar a un mundo lleno de genios, de magos, de profetas, de semidioses, que solo se escuchan a sí mismos, e ignoran o intentan ignorar a todos aquellos que disienten de su verdad…  Una verdad que se ha convertido en algo escaso, pero común a la vez, todos la tienen, pero solo ellos las escuchan y respetan, y si logran cierto nivel de poder las imponen por medio de todos con los recursos disponibles del momento, más con los recursos del platillo preferido… las arcas del pueblo. Y al final todo lo del pueblo se convierte en… todo para mí.


1 comentario:

Unknown dijo...

Completamente de acuerdo